ALBERTO AMMANN, GOYA 2010 AL MEJOR ACTOR REVELACIÓN, EN FISAHARA

Alberto Ammann con el niño de la  familia que lo alojó durante su estancia en Dajla y despidiéndose de otro de sus anfitriones. Fotos: Víctro Clavijo

Alberto Ammann, Goya al Mejor Actor Revelación por su soberbia interpretación en Celda 211, acudió a la VII edición del Festival Internacional del Sahara (Fisahara) celebrado en el campamento de refugiados de Dajla a finales del pasado mes de abril.

- ¿Es la primera vez que visitas los campamentos?

Si, es la primera vez. De hecho, no sabía que existieran.

- ¿Cuáles han sido tus motivaciones para acudir a Fisahara?

En cuanto me enteré de la existencia del Festival y de que es una forma de volver a poner el tema sobre la mesa, quise participar y ayudar a difundir.

- ¿Qué has aprendido sobre el conflicto político y la historia del pueblo saharaui?

Que el gobierno de España tiene un conflicto heredado frente al pueblo saharaui y que no ha cumplido con sus obligaciones legales a la hora de descolonizar.

Que Europa y la ONU han hecho oídos sordos a sus obligaciones legales, y no han cumplido con dos resoluciones de peso internacional que apuntan a la autodeterminación del pueblo saharaui. Y todo esto por conveniencias económicas con Marruecos.

En definitiva, al pueblo saharaui ¡¡le han robado su país!! Con armas españolas. Y todavía aquí, en España, hay gente con la cara tan dura, que dice que es un tema que no nos incumbe. Me da vergüenza. ¿Qué pasaría si al pueblo español un país limítrofe le robara su país? La actitud del Gobierno español en la década del 70, durante la descolonización, fue una actitud traidora, inmoral e inhumana. Tarde o temprano tendremos que hacernos cargo de las cuentas pendientes. Es curioso que la misma gente que no quiere hacerse cargo de este conflicto heredado (al igual que el genocidio de Franco) sean los mismos que afirman que hay que pagar puntualmente las cuotas de deuda a los fondos monetarios y a los grandes centros de poder. Deudas fraudulentas e inmorales... y por cierto, heredadas de otros gobiernos.

- ¿Qué destacarías de tu experiencia durante los días pasados en Dhajla?

Un continuo replantearme hacia dónde va mi vida. Para qué tanto electrodoméstico, para qué tanto material… Este pueblo me ha recordado que los problemas de la humanidad son de todos. Porque si no, nunca llegaremos a un bienestar social, verdadero. Hasta que un humano siga estando por debajo de otro habrá guerra. Hasta que el color de la piel de un hombre, sea más significativa que el color de sus ojos, habrá guerra, dijo un gran profeta.

Fui recibido en Dajla por una familia maravillosa. No tienen prácticamente nada y el único interés era cuidarnos como si fuésemos hermanos, hijos…

Y para todos los pedantes que dicen que lo hacen para dar una imagen, cosa que con repulsión he podido leer por ahí, les cuento que una noche que no volví a cenar (me encontraba en otra tienda hablando con amigos) una de las personas que nos alojaban llegó buscándome muy preocupada a las 2 de la mañana. Al verme sonrió, y pude ver en su rostro un cariño fraternal y una preocupación verdadera. La sencillez enseña. En uno está el querer aprender algo.

- ¿Qué consideras que aporta la celebración de un festival de cine a los habitantes de un campo de refugiados?

Difundir el problema (que es tapado por los poderosos de los medios de información, a su vez en complot con gobiernos a los que no les interesan las personas sino el dinero). Por otro lado, la posibilidad de que el pueblo saharaui pueda contar al mundo con voz propia y desde su propia óptica el conflicto que atraviesa partiendo del hermoso proyecto de la Escuela de Cine recientemente inaugurada. Y por supuesto, cualquier emprendimiento que ayude a la gente a proyectarse, profesional y culturalmente; cualquier proyecto que amplíe la visión de futuro es algo positivo siempre. Sobre todo para un pueblo que se encuentra olvidado.

- ¿Vas a adquirir algún tipo de compromiso con la causa saharaui tras tu estancia en Dhajla?

Estoy ya organizando un grupo de alrededor de 6 u 8 personas para ir un mes a rodar allí. En vistas de comenzar a hacer un documental, también está la idea de hacer un cortometraje allí. Por supuesto con actores de allí. En fin, hay algunas cosas que cuando se despiertan se quedan para siempre. Qué bueno.

- ¿Te gustaría volver?

El año que viene vuelvo. Por supuesto.


Un abrazo y gracias por el espacio.

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